Descubre los 5 beneficios de cocinar en una cocina de gas

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Debido al control total de la energía, los platos cocinados en la llama tienen mejor sabor, además de ser un sistema más económico que las cocinas que utilizan la electricidad.

¿Sabías que la cocina a gas es el aliado perfecto para los restaurantes que pretenden triunfar con el sabor de sus recetas?  Es por ello que la mayoría de cocineros prefieren mantener este tipo de fogones en sus cocinas, pues es un sistema que permite un control absoluto de la cocción de los platos. Entonces, si en los restaurantes mantienen este sistema, será por algo bueno, ¿verdad? , con lo que no es de extrañar que en los hogares se siga manteniendo esta forma tradicional de cocinar.

Es una realidad que los platos cocinados en las llamas no tienen el mismo sabor que los cocinados en sistemas cuya fuente de calor es la electricidad.

Nosotros, como expertos en instalaciones de gas, te explicamos a continuación los 5 beneficios de cocinar en una cocina de gas. Si lo que tienes es una cocina eléctrica, la podrás cambiar a este sistema más tradicional y que también es más respetuoso con el medio ambiente y un excelente sistema de ahorro de energía.

 

Los 5 beneficios de cocinar en una cocina de gas

  1. Más eficientes. Según el estudio del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía), las cocinas a gas, al necesitar menos energía para su funcionamiento, contaminan menos, una cocina de gas solo emitirá 200g de CO2 por cada kWh de potencia, mientras que una vitrocerámica produciría más del doble.
  2. Contribuyen al horro en las facturas, puesto que son más eficientes en el consumo de energía. La factura se ve beneficiada, al ser más barato el kWh de potencia que en el caso de las cocinas eléctricas, pudiendo obtener hasta un 30% de ahorro en energía, según algunos estudios.
  3. Mayor rapidez y control del calor. Con las cocinas a gas puedes controlar la potencia calorífica requerida de manera instantánea, a diferencia de las vitrocerámicas o placas de inducción. Puesto que el calor que desprenden las llamas es más constante e inmediato, podrás ajustar la potencia a cualquier receta. Otro de los aspectos es que no se pierde calor residual, lo que sí que sucede con las cocinas eléctricas.
  4. Puedes usar cualquier material ya que estas cocinas permiten el uso de utensilios de cocina como ollas, cazuelas y sartenes de barro, acero o hierro, lo que conferirá a los guisos y recetas el sabor de toda la vida.
  5. Conserva los sabores tradicionales de la cocina. Con un fuego de calor constante, una temperatura regulable y el uso de utensilios de materiales tradicionales hará que las recetas cocinadas al fuego del gas mantengan los sabores originales y de antaño, devolviendo a los guisos y platos su sabor original.

 

Por esto motivos actualmente muchos hogares se están pasando de nuevo al gas, ya que, como los restaurantes, buscan volver a los sabores tradicionales y contribuir a la eficiencia energética y a reducir en el consumo de electricidad.

 

Para más información, nosotros te podemos ofrecer asesoramiento personalizado y realizar el cambio a la cocina de gas.